Ni fake ni broma: hay Erasmus para mayores y jubilados por toda Europa y así puedes volver a la juventud
Nunca es tarde no solo para estudiar, formarse y cambiar de vida, sino para hacer cosas que crees solo posible si eres joven. El programa Erasmus es símbolo de ello: de estudiantes menores de 30 años que viajan al extranjero para estudiar, pero también vivir experiencias fuera de su ‘zona de confort’. Pero ahora la edad no importa con el programa Erasmus +.
Esto va unido a otro fenómeno: cada vez son más las personas en España que deciden volver a estudiar pasados los 50 años. Para los que saben de este programa, lo hacen no solo matriculándose en carreras universitarias, sino también viajando de Erasmus+ gracias a programas que desde 2022 permiten a los mayores participar en estancias breves en otros países europeos.
El fenómeno, que en China ya es tendencia con jubilados que viajan al extranjero a estudiar por placer, empieza a consolidarse en nuestro país con experiencias piloto en universidades como la de Alicante o la Internacional de Catalunya (UIC).
En 2023, la Universidad de Alicante fue una de las primeras en enviar a un grupo de estudiantes mayores de 50 años a Islandia y Polonia. Allí participaron en cursos centrados en idiomas, medio ambiente y derechos de las personas mayores. En Reikiavik incluso fueron recibidos por el primer ministro. En paralelo, la UIC Barcelona organizó intercambios en los que las clases de historia, arte o cocina se combinaban con paseos culturales para trabajar idiomas y fortalecer la experiencia.
Estudiar más allá de los 50: una tendencia creciente
Puede ser por vocación e inquietud intelectual, pero también más vale reciclarse y formarse, sea cual sea la edad, ante la incertidumbre laboral y lo que se viene con la tecnología y la inteligencia artificial. El interés por la formación sénior no es anecdótico. Según datos de La Vanguardia, en 2021 el alumnado mayor de 50 años en universidades de Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares y Andorra ya representaba el 6% de la población universitaria. El perfil es mayoritariamente femenino (7 de cada 10) y con un nivel educativo alto, ya que seis de cada diez tienen estudios previos.
El Ministerio de Universidades confirmó que cerca de 10.000 personas mayores de 60 se matricularon en la universidad en el curso 2021/2022. Y según la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Mayores (AEPUM), en 2022-2023 fueron 42.999 los estudiantes sénior inscritos en programas específicos, con previsiones de crecimiento en los próximos años.
Universidades como la de La Laguna, en Tenerife, han institucionalizado esta realidad con planes como el EUPAM (Estudios Universitarios para Personas Mayores y Adultas), organizados en ciclos de tres años. El objetivo no es obtener un título oficial, sino ofrecer formación continua y actualización de conocimientos en materias tan diversas como historia, literatura, economía o nuevas tecnologías.
Una nueva demografía y el reto de la jubilación
España es uno de los países más envejecidos de Europa. Más de la mitad de su población supera los 45 años, y esa proporción seguirá aumentando. Según la académica Eva Asensio del Arco (UNIR), en declaraciones a The Conversation, la mayoría de mayores de 50 años se encuentra en plenitud física e intelectual, y la educación online ha abierto aún más oportunidades para quienes buscan ascender profesionalmente o reciclarse.
El reto, como apuntan expertos de la Universitat Internacional de Catalunya, es que la jubilación ya no es solo descanso. Puede durar hasta 30 años, y muchas personas llegan con buena salud, experiencia vital y ganas de aprender. El problema paralelo es la soledad, que afecta al 40,2% de las mujeres y al 21,8% de los hombres mayores de 65 años en Europa. En este sentido, los programas Erasmus sénior no solo aportan formación, sino también redes sociales, nuevas amistades y un sentido de pertenencia.
Erasmus+ sénior: viajes formativos en la jubilación
La Unión Europea abrió en 2022 la posibilidad de que personas mayores participen en Erasmus+. A diferencia de los programas tradicionales para universitarios jóvenes, las estancias sénior son más breves y se centran en cursos o talleres formativos. No requieren cursar una carrera, lo que abre la puerta a jubilados o trabajadores que quieran aprovechar unos meses para aprender en otro país, con los gastos de viaje y alojamiento cubiertos.
La primera experiencia española fue en 2023 con la Universidad de Alicante. Diez participantes viajaron a Islandia y Polonia. En Islandia, el curso se enfocó en medio ambiente y derechos de las personas mayores. En Polonia, la prioridad fue el aprendizaje de idiomas. Al mismo tiempo, la Universidad de Burgos organizó una estancia en Eslovaquia, con perfiles diversos: desde mujeres ya jubiladas hasta profesionales en activo con experiencia en educación.
La UIC Barcelona adaptó el Erasmus sénior a una propuesta más cultural. Sus alumnos participaron en talleres de arte, historia, cocina y juegos de mesa. El propósito no era tanto académico como social y lingüístico: practicar idiomas en un entorno real, conocer otras culturas y compartir experiencias.
La educación a lo largo de la vida se está convirtiendo en una herramienta clave para la salud mental, la integración social y el bienestar. Un ejemplo reciente es el de una funcionaria española de 58 años que, tras matricularse en la universidad, anunció su intención de irse de Erasmus. Reconocía que hoy se siente más preparada intelectual y emocionalmente que cuando estudiaba en la juventud.












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