¿Te pueden denegar o retirar la pensión no contributiva? Esto es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de evitar posibles problemas con la Seguridad Social
La pensión no contributiva, según el Imserso, es una prestación que se les asegura a todas las personas que son mayores de 65 años. Esta incluye no solo la prestación económica, sino también la asistencia médico-farmacéutica gratuita y los servicios sociales complementarios.
Sin embargo, una de las dudas que se plantean a menudo es si hay situaciones en las cuales te puedan denegar esta pensión. ¿En esos casos, ¿qué hay que hacer? Te lo explico a continuación.
Cuáles son los requisitos para tener una pensión no contributiva
A la hora de solicitar la pensión no contributiva a la Seguridad Social, cumplir con los requisitos es una parte importante de esta. Y es que no solo hay que alcanzar la edad adecuada, en este caso los 65 años, sino también otros como son:
- Residir en el territorio español y hacerlo durante al menos 10 años.
- No tener ingresos suficientes, que pueden venir de rentas o de ingresos personales. Para 2025, la cuantía que no se puede superar es de 7905,80 euros al año. Si estas rentas son inferiores y, además, se convive con familiares, este requisito solo se debe cumplir si la suma de las rentas o ingresos de todos los miembros son inferiores a otras cuantías que dependen del número de convivientes y del grado de parentesco que exista.
¿La Seguridad Social me puede quitar la pensión no contributiva?
A pesar de que antes te he dicho que la pensión no contributiva es algo que dan a todas las personas de manera segura, lo cierto es que no es así del todo. La Seguridad Social puede ampararse en cuatro motivos por los que no conceder, o retirar, esta pensión.
Según la publicación de Garanley Abogados, las causas son las siguientes:
- Por superar los ingresos que se establecen por ley. Es decir, si los ingresos o rentas que tiene la persona, o bien todos los convivientes, superan una cifra establecida por ley, la Seguridad Social denegará y retirará la pensión no contributiva.
- No declarar los ingresos por unidad de convivencia. Se trata de un trámite que hay que hacer siempre todos los años, con un plazo de tres meses para entregar. Esta declaración permite que la Seguridad Social se asegure de los ingresos de la unidad de convivencia y, en caso de que no se haga, puede suspender la pensión hasta que se presente.
- No notificar modificaciones. Dicho de otro modo, la Seguridad Social necesita estar al tanto de cualquier cambio en las condiciones del pensionista, ya sea por su estado civil, lugar de residencia o cambio en la unidad de convivencia. En caso de que no se notifique, y la Seguridad Social se dé cuenta, podría pedir que se devuelvan las pensiones cobradas de manera indebida o bien tener multas.
- Cambiar de oficio. La propia Seguridad Social puede hacer averiguaciones para revisar el oficio del pensionista. Esto puede hacer que te retiren la pensión, que no te la concedan o incluso que te reclamen el pago indebido.
Así, a pesar de que la pensión no contributiva es la alternativa a muchos que no pueden acceder a la pensión contributiva, tanto de jubilación como de invalidez, esta no está exenta de cumplir unos requisitos, tanto a la hora de solicitarla como también para mantenerla.
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