Un plan de pensiones es una herramienta de ahorro e inversión que permite tener un colchón de dinero para cuando te jubilas.
Desde hace años, es uno de los productos preferidos por parte de las personas ahorradoras españolas de cara a su jubilación —aunque no es el único producto existente de este tipo—, con un funcionamiento que se basa en las aportaciones puntuales o periódicas por parte de cada cliente.
Estas «son invertidas por los gestores del plan, siguiendo unos criterios de rentabilidad y riesgo previamente establecidos en la política de inversión», explican desde BBVA.
A partir de ahí, sin embargo, pueden surgir dudas como qué plan de pensiones es mejor contratar en función de tu edad y qué pasa si dejas de aportar dinero o si lo cancelas antes de tiempo.
Por regla general, el dinero de un plan de pensiones se puede sacar cuando se accede a la jubilación, pero hay algunos casos en los que se puede «rescatar» antes de tiempo, en situaciones excepcionales como desempleo de larga duración, incapacidad laboral permanente o fallecimiento, entre otras.
¿Quién hereda un plan de pensiones si fallece la persona titular?
En este caso de fallecimiento de la persona titular, serán sus beneficiarios quienes recibirán el dinero acumulado en el plan de pensiones, es decir, todas las aportaciones económicas que se han ido haciendo a lo largo de la vida, además de la posible rentabilidad que hayan generado.
Si no se ha designado a ninguna persona como beneficiaria, son los herederos del titular quienes reciben el dinero, informa BBVA.
«Los beneficiarios expresamente designados en contrato por parte del titular o, en su defecto, aquellos que designen las especificaciones del plan, percibirán el dinero acumulado en forma de derechos económicos y podrán disponer del mismo bien de forma inmediata o bien de forma diferida» (posteriormente), apunta el banco en su blog Jubilación de futuro.
A partir de ahí, los beneficiarios o herederos del plan de pensiones pueden liquidarlo en el momento del fallecimiento de la persona titular, pero no tienen esa obligación: también pueden permanecer en el plan y seguir realizando aportaciones, o adaptarlo a sus propios intereses y objetivos.
Sin embargo, se puede dar una tercera situación cuando muere alguien con un plan de pensiones contratado: que no haya designado beneficiarios en el mismo y no tenga un testamento con los herederos.
«En este caso, la herencia seguirá este orden: cónyuge en caso de que no haya separación judicial, hijos, padres y resto de descendientes, como podrían ser los sobrinos. En caso de que haya varios hijos, el capital se repartirá a partes iguales», señala 65ymás.
Finalmente, los beneficiarios o herederos tendrán que encargarse de los impuestos: deberán hacer constar el importe que rescaten del plan de pensiones en su declaración de la renta, ya que este tiene la consideración de rendimientos del trabajo, recuerda la entidad.
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