La esperanza de vida está experimentando un aumento constante en todo el mundo, y España no es una excepción. Pero que los árboles no te impidan ver el bosque, porque una cosa son los avances médicos y tratamientos, que te hacen vivir más, otra es la calidad de vida, que dependen en gran medida de ti, con tus hábitos.
Así, la alimentación es fundamental, junto con el ejercicio, en una proporción de 70-30 a favor de la primera. Pero en esta ocasión toca hablar no de alimentos, sino de bebidas, que también son vitales para una vida larga y sana, y no solo está el agua, fundamental, sino otras muchas que además te servirán de saciantes, te refrescarán y te relajarán.
La longevidad va a más, pero ¿con salud?
Según un estudio dirigido por el grupo colaborativo del Estudio de la Carga Mundial de las Enfermedades en España, en colaboración con investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y otros centros de investigación, se proyecta que la esperanza de vida en España alcance los 84,8 años para el año 2030.
Este es un dato alentador que demuestra los avances en la atención médica y la conciencia sobre la salud en la sociedad actual. Sin embargo, también hay voces que alerta de que se vive mucho más, pero simplemente se alarga la decadencia y la enfermedad, no llegar hasta casi los últimos momentos con total independencia física y lucidez.
Agua y agua de coco
Mantenerse hidratado es fundamental para la salud general. El agua mejora el flujo sanguíneo y reduce el riesgo de coágulos sanguíneos. Además, al optar por agua, evitas el consumo de bebidas azucaradas o artificialmente endulzadas que pueden ser perjudiciales para la salud.
El agua de coco, rica en antioxidantes, no solo te hidrata, sino que también mejora la piel y fortalece el sistema inmunológico. Así que empieza por el agua, sea normal o de coco.
Té verde matcha, el más conocido
Este té verde, originario de China y popularizado en Japón desde la Edad Media, se diferencia por su método de preparación, que implica moler toda la hoja para obtener un polvo fino. El té matcha es rico en clorofila y aminoácidos debido a su temprana cosecha, lo que le confiere propiedades únicas.
Contiene cafeína, pero su efecto es más suave y duradero que el del café. Además, sus antioxidantes protegen las células y estimulan el metabolismo. Los polifenoles y catequinas presentes en el té Matcha pueden ayudar a mejorar la memoria y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Té negro
El té negro se somete a un proceso de oxidación y fermentación más extenso que otros tipos de té, lo que le confiere un sabor robusto y un contenido de cafeína más alto.
Se ha asociado con la reducción del riesgo de infarto de miocardio y proporciona nutrientes esenciales como potasio, sodio, magnesio, fósforo y vitamina B9. Sus flavonoides y antioxidantes protegen la piel y pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas.
El café y el vino
Son dos bebidas a veces vilipendiadas pero que aportan, y mucho, en tu salud. En el caso del café, estudios han sugerido que el consumo moderado de café puede estar relacionado con menores tasas de demencia y enfermedad de Parkinson. El café es rico en antioxidantes y puede ayudar a reducir el riesgo de ataques cardíacos y disminuir los niveles de estrés.
En cuanto al vino tinto, el consumo moderado de vino tinto se ha asociado con la absorción de antioxidantes de origen vegetal. Esto puede ser beneficioso para la salud cardiovascular y puede contribuir a la reducción del estrés.
Zumos, la eterna cuestión
Y lo es porque siempre se aconseja tomar la fruta en sólido y al natural, para que no pierdan ninguna propiedad, pero los zumos ayudan a tomar con más variedad y refresca en épocas de calor. El más recomendable, el zumo de naranja, por su alto contenido de antioxidantes, vitaminas y compuestos antiinflamatorios.
Pero si hay un jugo que retrasa el envejecimiento y te protege cardiovascularmente, es el de remolacha, por sus nitratos beneficiosos. Está avalado por un estudio publicado en la revista científica Redox Biology. Igualmente válidos los zumos con lechuga, espinacas y apio, igualmente ricos en nitrato orgánico, aunque el sabor deje mucho que desear. Todo sea por vivir más y mejor.
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