Dada la importancia de las tareas de las que se encarga, seguramente quieras mantener tu cerebro joven todo el tiempo que sea posible. Pero algunas de las cosas que haces habitualmente pueden acelerar su envejecimiento. Lo que pone en mayor riesgo de enfermedades mentales y neurodegenerativas.
Para evitarlo, varios neurocientíficos han contado a Le Figaro las 4 claves en las que debes centrarte cuando quieres protegerlo del deterioro.
Es hora de tomarte en serio tu descanso
Una buena higiene del sueño es fundamental, asegura Lionel Naccache, neurólogo de la Pitié-Salpêtrière y director de un equipo de investigación del Brain Instituto. Lo que implica dormir del tirón entre 7 y 8 horas diarias.
El sueño profundo juega un papel vital en la consolidación de la memoria y la clasificación de la información acumulada durante el día. Mientras que “las 2 primeras etapas, que constituyen el sueño ligero, estimulan nuestra creatividad”, describe Naccache.
Mientras duermes tu cerebro además se dedica a limpiar partículas nocivas o deshechos que se pueden acumular en el organismo. Entre ellas, residuos moleculares que producen las células cerebrales y las proteínas tóxicas que pueden conducir a la demencia con el tiempo.
Para dormir bien intenta mantener horarios regulares para acostarte y despertarte, limita las luces y la cafeína e intenta controlar los pensamientos angustiosos.
Proponte comer más sano
Los especialistas creen que lo que pones en tu plato puede influir en la aparición de enfermedades tan graves como las cardiopatías o el cáncer. También en el azlhéimer y otras afecciones neurodegenerativas.
Hay más razones para comer de forma saludable. Algunos de los componentes básicos que componen el cerebro «provienen de elementos que el organismo es incapaz de sintetizar”, revela el neurobiólogo Gabriel Lepousez, investigador del Instituto Pasteur. Se refiere a los aminoácidos esenciales, que obtienes de las proteínas y los ácidos grasos esenciales, como el omega 3 y omega 6.
Para dar a tu cerebro todo lo que necesita para evitar el deterioro seguir de cerca la dieta mediterránea parece ser lo que más funciona. Así lo considera la neurocientífica Emilie Steinbach, especializada en neuronutrición apoyándose en la evidencia científica.
De hecho el patrón mediterráneo es uno de los 2 pilares en los que se basa la dieta MIND, creada por Havard para potenciar evitar el desarrollo cognitivo con la edad.
Mantén tus relaciones sociales
Los neurólogos resaltan que un componente clave para mantener la mente sana es asegurarse de recibir suficiente estimulación social.
En general, las personas con vínculos sociales fuertes tienden a estar más sanos y vivir más. “Las investigaciones han demostrado que cuanto mayor es la reserva cognitiva de una persona, más capaz es de retrasar la aparición de síntomas de cambios cerebrales degenerativos asociados con la demencia u otras enfermedades cerebrales”, especifica Steinbach.
La reserva cognitiva refiere a la capacidad del cerebro «para improvisar, adaptarse y encontrar formas alternativas de realizar una tarea». A lo cual contribuyen actividades relativamente complejas como aprender un idioma, tocar un instrumento, leer ficción o hacer crucigramas.
El cerebro requiere de ejercicio para envejecer con salud
«La actividad física aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a mantener la integridad y el vigor de los vasos”, sostiene Lepousez. Puede que por ello las personas más activas físicamente tengan entre un 25% y un 30% menos de riesgo de sufrir un ictus.
También, mejora el estado de ánimo al favorecer la secreción de dopamina, serotonina y endorfinas, optimiza el rendimiento cognitivo y estimula la neuroplasticidad añade Steinbach.
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