Llevas toda la vida corriendo y no quieres dejar de hacerlo. O llegó ese momento en el que te has dado cuenta de que necesitas moverte más para evitar achaques y sobrepeso, y el running se te antoja un deporte asequible para empezar, pero ¿deberías practicarlo si ya tienes cierta edad?
Mantenerse activo es pieza fundamental del esquema que ayuda a vivir más años con salud. Y salir a correr es algo que pueda hacerse sin importar los años. Ahora bien, correr después de los 50 puede requerir algunos retoques en tu entrenamiento, como más días de descanso y un calentamiento más intenso. Esto se debe a que el riesgo de lesiones puede ser mayor. Teniendo estos aspectos en cuenta los especialistas aseguran que no hay momento oficial a partir del cual colgar tus zapatillas.
Las preguntas clave para esquivar lesiones
«En general, correr se puede hacer de forma segura a lo largo de la vida. Lo que no significa que a veces no dolerá», asegura Adam Tenforde, médico especialista en medicina deportiva del Mass General Brigham y director de medicina del corredor del Hospital de Rehabilitación Spaulding.
Como el especialista deportivo y ex corredor de fondo olímpico matiza, no obstante, para evitar riesgos es adecuado escuchar las señales que manda el cuerpo.
«Una pregunta que hacerse: ¿este dolor mejora o empeora con la actividad?«, explica en Harvard Gazette. «Dolor que mejora con la actividad; lo llamamos fenómeno de calentamiento y suele ser una señal de que se trata de una lesión menos importante. Por otro lado, el dolor que aumenta durante el movimiento puede ser una señal de que el corredor está experimentando estrés acumulativo y daño al tejido que podría provocar un problema más importante».
Correr no es malo para las articulaciones. Sin embargo, si alguna de ellas muestra un dolor que aumenta con la actividad, hinchazón asociada u otros síntomas mecánicos, en palabras del experto esto podría ser un signo de estrés anormal que podría causar una peor lesión articular y debe ser evaluado por un médico.
Otra cuestión clave que señala Tenforde es preguntarse si ¿el dolor está provocando cambios biomecánicos? Es decir si un malestar conduce a un movimiento compensatorio que estresa otras articulaciones o tejidos de manera anormal. «El dolor que comienza en una región del cuerpo y pasa a una segunda parte es una señal de que el corredor tiene que modificar su actividad y descubrir el origen del dolor».
Cómo empezar a correr
Si eres completamente nuevo en el mundo del running conviene tener algunos aspectos previos en cuenta. Independientemente de tu edad los entrenadores aconsejan empezar despacio y sin presión. Esto se debe a que una persona en baja forma tiene más riesgos de lesiones graves.
«Habría que ir poco a poco, elegir bien las distancias, no correr cada día y tener una intensidad adecuada», señaló previamente Alejandro Marcet entrenador personal en Urban Sports Club.
Antes y después de cada carrera, es importante calentar y estirar. Esto ayudará a tu cuerpo a adaptarse al entrenamiento y ayudará a reducir el riesgo de lesiones. Es adecuado también que te procures suficiente tiempo de descanso, con ello tus músculos se recuperarán mejor, para que puedas disfrutar corriendo durante muchos años.
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