De un tiempo a esta parte, las bayas de acai se han hecho cada día más famosas, elevadas a la categoría de superalimento, término denostado —y a veces vacío— que designa a los alimentos con más propiedades nutricionales.
Lo cierto es que esta fruta amazónica de color púrpura oscuro, sabor terroso y unos 2,5 centímetros de tamaño destaca por su gran contenido nutricional, lo que las convierte en un excelente refrigerio o complemento para tus desayunos, meriendas, aperitivos y comidas. Quienes la prueban describen su sabor como una mezcla entre «moras y chocolate sin azúcar».
Dado que su vida útil es corta, se suelen vender como zumo prensado, en polvo, congeladas o deshidratadas.
Tal y como destacan desde Healthline, las bayas de acai son sumamente nutritivas. La superfruta brasileña es rica en antioxidantes, grasas saludables y fibra. El perfil nutricional del acai es el siguiente: 100 gramos de pulpa congelada aportan 70 calorías, 5 gramos de grasa —1,5 de ellos saturados—, 4 gramos de carbohidrato y 2 gramos de fibra.
En cuanto a los micronutrientes del acai, destacan especialmente la vitamina A, el calcio y los antioxidantes llamados antocianinas, así como pequeñas cantidades de cromo, zinc, hierro, cobre, manganeso, magnesio, potasio y fósforo.
Uno de los beneficios más destacados del acai es su capacidad para prevenir enfermedades y luchar contra el envejecimiento: su elevada carga de antioxidantes neutraliza los efectos dañinos de los radicales libres en el organismo. Tiene, por ejemplo, muchos más antioxidantes que los arándanos, también considerados valiosas superfrutas.
Varios estudios en animales han señalado su capacidad para mejorar los niveles de colesterol normal al disminuir el colesterol total y LDL, un impacto positivo que podría deberse a las antocianinas. La suplementación con acai también mejoró los marcadores de estrés oxidativo en un estudio.
Otro potencial es el anticancerígeno: aunque se precisan más estudios en humanos, tanto los estudios de probeta como los realizados en animales son esperanzadores: experimentos en ratones han reportado una reducción de la incidencia de cáncer de colon y vejiga. Otra investigación de la Universidad de Florida concluyó que el extracto de bayas de acai reduce las células cancerígenas.
Además, los compuestos vegetales disponibles en estas bayas amazónicas podrían proteger al cerebro del daño neurodegenerativo propio de la edad, combatir la inflamación y la oxidación de las células cerebrales o incluso mejorar la memoria, tal y como mostró un estudio en ratas envejecidas.
Al ser un compuesto con pocas calorías y azúcares, y alto en agua, el acai puede ayudar a completar dietas para perder o mantener el peso.
Y por último, pero no por ello menos importante, la superfruta brasileña se considera afrodisiaca: las tribus amazónicas la han consumido para aumentar el impulso sexual, lo que le ha llevado a ser apodada como «viagra natural». Por ello, la ciencia está estudiando sus dotes para elevar la libido.
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