El empresario que quería tener las erecciones de un adolescente lo ha conseguido: ¿sirve para algo?
Bryan Johnson, el empresario estadounidense conocido por haberse propuesto echar un pulso al paso de los años, ha vuelto a ser noticia por algo relacionado con su pene. Ya lo fue el pasado mes de agosto, cuando reconoció en su cuenta de X (antes Twitter) que se estaba sometiendo a una terapia de rejuvenecimiento peneano. Ahora, unos meses después de aquello, cuenta que todo ha ido bien y que sus erecciones nocturnas son mejores que las que experimentaba a los 18 años. Lo ha medido gracias a una aplicación y está muy contento con los resultados.
De hecho, ese es su objetivo en todos los sentidos. Si bien ya tiene 46 años cumplidos, planea invertir buena parte de su fortuna en caros tratamientos que le permitan tener la salud y el desempeño de poco más que un adolescente. “Volver a tener 18 años”.
En el caso de las erecciones nocturnas, señala que son un buen indicador de salud. Pero no solo salud reproductiva, también “cardiovascular, fisiológica y sexual”. Ahora bien, ¿hasta qué punto es esto cierto?
¿A qué se deben las erecciones nocturnas?
Antes de hablar de las implicaciones sobre la salud, es importante tener claro qué son las erecciones nocturnas, pues no se producen exactamente por el mismo motivo que el resto. No hay más que ver que, en realidad, no van asociadas a ninguna experiencia o fantasía sexual.
Las erecciones, ya sean de origen sexual o no, se generan cuando una señal del sistema nervioso desencadena como respuesta el envío de un alto aporte de sangre al pene, además del cierre de los conductos que producirían su salida del mismo. Muy grosso modo, provoca que la sangre viaje al pene y se quede ahí un buen rato. Esta sangre se acumula en unas cavidades conocidas como cuerpos cavernosos, favoreciendo que el pene se mantenga rígido y con un volumen mayor.
Este mensaje del sistema nervioso normalmente parte de la excitación sexual. Pero también puede originarse de forma inconsciente, como un acto reflejo.
Además, durante la fase REM del sueño tienen lugar las que se conocen como erecciones nocturnas. Esta es una fase de sueño profundo, en la que, aunque el cerebro está muy activo, se inactivan las regiones asociadas a la famosa respuesta de lucha o huida, que nos impulsa a enfrentarnos a un peligro. Esto significa que el cuerpo se relaja e incluso se inactivan las neuronas motoras, de manera que no podemos movernos. Eso en principio da igual, pues estamos dormidos, pero si una persona se despierta sucede lo que se conoce como parálisis del sueño.
Todo esto que ocurre en la fase REM se debe a que se inactiva una sección del sistema nervioso, conocida como sistema nervioso simpático, mientras que otra, el parasimpático, se estimula. Las señales de este sistema nervioso parasimpático también pueden impulsar una erección inconsciente. Por eso se producen las erecciones nocturnas.
¿Realmente son un indicador de salud?
El ciclo del sueño está compuesto por una fase REM y varias fases no REM. No obstante, a lo largo de una noche se producen varios ciclos completos. Unos cuatro o cinco. Eso indica que habrá cinco fases REM, con hasta cinco erecciones nocturnas (no siempre se producen). Estas pueden tener una duración variable, aunque en los mejores casos parece que alcanzan los 20-30 minutos. Eso significa que más de una hora del sueño podría transcurrir con una erección.
En cuanto a las erecciones matutinas, se trata exactamente de lo mismo. Lo que ocurre es que muchas veces el despertar se produce justo al salir de la fase REM. Eso sí, también se cree que podría haber otras causas, como unos niveles mayores de testosterona durante la mañana. Esta hormona tiene un papel muy importante en el envío de señales para la erección, por lo que tendría sentido. Y también es posible que la vejiga llena de orina estimule los nervios que provocan que el pene se ponga erecto.
De cualquier modo, para que esto ocurra, por muy inconsciente que sea, es cierto que el flujo de sangre debe ser adecuado. Un sistema cardiovascular con mala salud podría no impulsar la sangre hacia el pene de manera que se hinche.
También hay afecciones metabólicas, como la diabetes, que tienen ciertos problemas de erección entre sus síntomas. Por eso, es cierto que una buena salud puede reflejarse en unas buenas erecciones nocturnas. Ahora bien, ¿significa eso que las personas con pene se deben obsesionar con mantener los tiempos de erección que tenían a los 18 años? Lógicamente no. Este es solo uno de los muchísimos indicadores que nos señalan en qué estado se encuentra nuestra salud. Forzar esos indicadores no es la solución. Y mucho menos mediante la terapia de ondas de choque empleada por Johnson. Una terapia con la que, según los expertos, no vale la pena pasar por los posibles efectos secundarios para alcanzar un objetivo como el de este millonario.
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