En los últimos tiempos abundan historias de millonarios que están dispuestos a hacer lo que sea para reducir su edad biológica. Empresarios como Bryan Johnson han reclutado equipos de expertos en salud para someterse a tratamientos médicos y programas de acondicionamiento físico altamente experimentales. Pero tan importante es el cuerpo como la mente.
La buena noticia es que no necesitas una inversión multimillonaria ni batidos de brócoli para mejorar tu salud cerebral y sentirte más joven. Investigadores en psicología han descubierto una manera simple en la que casi cualquier persona puede hacer que su cerebro funcione como si fuera décadas más joven. Otra cuestión es el resto del cuerpo.
El secreto de la agudeza cognitiva
A medida que envejeces, es natural que tu agudeza cognitiva disminuya con el tiempo. A partir de los 30 o 40 años, generalmente experimentas una estabilización antes de que comience una marcada disminución alrededor de los 60 años.
La mayoría de nosotros notamos que nuestras respuestas se vuelven más lentas y que la memoria se vuelve menos confiable. Pero, ¿y si esto fuera simplemente una fase de la vida adulta?
Respuesta con un estudio
Las psicólogas Rachel Wu y Jessica A. Church se plantearon esta pregunta y llevaron a cabo un estudio para averiguarlo. Reclutaron a un grupo de adultos mayores de 55 años y los inscribieron en clases para aprender nuevas habilidades, desde canto hasta español.
Lo sorprendente fue que esta intervención de tres meses tuvo un efecto asombroso en la memoria y la atención de los participantes. Sus habilidades se asemejaban a las de adultos 30 años más jóvenes al final del programa, y lo más sorprendente es que continuaron mejorando incluso después de que terminaron las clases.
El aprendizaje durante toda tu vida
Este estudio plantea la idea de que la disminución del rendimiento cognitivo puede estar más relacionada con la falta de estímulos y aprendizaje constante que con la biología en sí. Los investigadores argumentan que la sociedad debería facilitar el aprendizaje continuo a lo largo de la vida de las personas, lo que podría llevar a un envejecimiento más saludable y activo.
Pero no es necesario esperar a cambios en las políticas para mantener tu mente alerta. Puedes inscribirte en clases en línea u offline y aprender nuevas habilidades. Además, cambiar tu mentalidad para enfocarte en el aprendizaje activo en lugar de prevenir el deterioro podría marcar una gran diferencia.
Mente y cuerpo
La ciencia respalda sin duda la idea de que el cerebro tiene una sorprendente capacidad de adaptación y mejora, incluso a medida que envejecemos, por lo que la próxima vez que te preocupes por el envejecimiento cerebral, recuerda que el «úsalo o piérdelo» puede ser un enfoque más esperanzador de lo que pensabas.
El declive cognitivo no tiene por qué ser inevitable, y el aprendizaje constante podría ser la clave para mantener tu cerebro joven y ágil, con lo que si quieres una longevidad real, es decir, vivir mucho pero con tus facultades plenas, no solo físicas, deberás ejercitar por igual cuerpo y mente.
Cómo ejercitar tu mente
Puedes empezar simplemente aprendiendo algo nuevo todos los días, por ejemplo dedicando tiempo a aprender una palabra nueva en un idioma extranjero, investiga sobre un tema que te interese en línea o inscríbete en un curso en línea o presencial sobre algo que siempre hayas querido aprender.
Resuelve también rompecabezas, juegos mentales y de memoria, y lee aunque sean unas pocas páginas cada día. Establece un objetivo de lectura diaria o semanal y elige una variedad de géneros, desde novelas hasta libros de no ficción, para mantener tu mente activa.
Tu mundo interior y social
Organiza reuniones con amigos, únete a clubes o grupos sociales, y participa en conversaciones significativas para mantener tus habilidades sociales y cognitivas en forma.
Dedica también tiempo a ti mismo. Practica la meditación y la atención plena: dedica unos minutos al día para practicar la meditación o la atención plena. Esto puede ayudarte a reducir el estrés, mejorar la concentración y fortalecer tu bienestar mental.
Mens sana in corpore sano
Está muy manido pero es así. Ejercita tu cuerpo, realizando actividad física regularmente, como caminar, nadar o hacer yoga; y mantén una dieta equilibrada, incluyendo alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables y nutrientes esenciales en tu dieta para apoyar la salud cerebral. Los pescados grasos, las nueces, las frutas y verduras frescas son excelentes opciones.
Por último establece metas y desafíos que requieran que desarrolles nuevas habilidades y conocimientos, vital junto con la creatividad. El desafío constante te mantendrá mentalmente estimulado. Y duerme mucho y bien, con una rutina clara de sueño.
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