Has tenido buena memoria hasta que un día te das cuenta de que no funciona tan bien. Tu cerebro, como el resto de tu cuerpo, sufre los estragos del tiempo. Lo que significa entre otras cosas que la forma en que las distintas partes se comunican entre sí cambia a lo largo de la vida. Se traduce en cierto deterioro en la respuesta de reacción a partir de la mediana edad.
Estos cambios asociados al declive pueden acelerarse o ralentizarse en cada persona en función de factores como la genética, pero también del estilo de vida.
El neurocientífico Charan Ranganath, director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California (EEUU), centrado en el estudio de la memoria, así lo considera. Como relata en BBC Mundo, hay algunos malos hábitos que empeoran la memoria con la edad. Lo bueno es que esto se puede minimizar con solo cambiarlos.
No descansar lo suficiente
El neurocientífico, quien ha pasado 25 años estudiando cómo funciona el cerebro incidió en la función reparadora del sueño. «Durante el sueño, la memoria se reactiva y eso es a lo que muchos atribuyen el origen de los sueños (…) Dormir facilita la retención de información que hemos aprendido”.
A principios de año una investigación en Neurology sobre pacientes de 30 y 40 años estableció una asociación entre un sueño ininterrumpido y mayores problemas de memoria y pensamiento 10 años después.
El sueño interrumpido implica despertares frecuentes durante la noche, lo que altera el ciclo del sueño. Las consecuencias incluyen somnolencia diurna, deterioro cognitivo y riesgos para la salud. Mientras duermes tu cerebro pasar por las distintas etapas del sueño varias veces. Si el ciclo del sueño se interrumpe al despertarte durante la noche, este comienza de nuevo. Con esto lo que más pierdes es la fase REM. Sin suficiente REM, tu rendimiento cognitivo y bienestar emocional se ven afectados.
Dejar de usar dispositivos, evitar las comida copiosas y las bebidas con alcohol y cafeína antes de irse a la cama son las recomendaciones que Ranganath dio para intentar tener un sueño reparador.
Hacer varias tareas a la vez
Puede que el multitasking esté de moda, pero sus efecto no son nada positivos, y quizá están más ligados a un mundo frenético que a la capacidad de las personas. Ten en cuenta que solo el 2,5% de la población tiene realmente esta capacidad. Tus ganas de consultar el correo en mitad de una tarea es más bien falta de concentración a causa de los muchos estímulos que recibes constantemente.
Ranganath así lo advirtió: esto puede ser «muy malo» para la memoria. «La corteza prefrontal nos ayuda a centrarnos en lo que necesitamos hacer para alcanzar nuestros objetivos, pero esa maravillosa capacidad se empantana si saltamos continuamente de uno a otro».
«Al cambiar de objetivo las neuronas se distraen y graban recuerdos fragmentados» añade. «Porque estás usando muchas funciones ejecutivas para gestionar el cambio entre una actividad y otra y eso dificulta la formación de un recuerdo duradero», apuntó.
Para acabar con este hábito, Ranganath aconseja tratar de terminar una actividad antes de iniciar otra, además de evitar aquello que te puede distraer de conseguirlo como son las alertas del móvil. Igualmente recomendó tomar descansos para soñar despierto o estirar las piernas.
Caer en la monotonía
Tu cerebro no puede recordarlo todo, así que la mayoría de información y experiencias serán olvidadas.
Solamente aquello asociado con miedo, ira, deseo, felicidad, sorpresa u otras emociones que sean capaces de liberar químicos como la adrenalina, la serotonina, la dopamina o el cortisol en nuestro cerebro terminarán fijados en nuestras neuronas, de acuerdo al especialista.
«La plasticidad en el cerebro nos ayuda a realizar tareas, en especial aquellas que son repetitivas, de manera más eficiente», explica. Por ello recomienda acabar con la monotonía y la rutina para preservar la plasticidad.
Confiar demasiado en tu capacidad
«Las personas creen que su memoria es muy buena hasta que en un momento de sus vidas se dan cuenta de que no es así», afirma Ranganath.
«El propósito de la memoria no es recordar el pasado, aunque pueda hacerlo, sino tomar la información importante del pasado que necesitamos para entender el presente y prepararnos para el futuro», explicó, al tiempo que recomendó no recurrir únicamente a la memorización para aprender algo.
De acurdo al experto, el aprendizaje más eficaz ocurre en circunstancias en las que te esfuerzas por evocar un recuerdo y obtienes la respuesta.
«Por ejemplo, unos minutos después de que te presenten a una persona, ponte a prueba y trata de decir su nombre«, sugiere. «Y a medida que la conversación sigue vuelve a hacerlo. Cuanto más espaciados sean estos intentos, mejor».
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